“El miedo es común de los humanos; es lo que nos distingue de los animales de uno u otro modo...pero cuando el temor interviene en nuestras decisiones, al modo de tener que salir de tu guarida con protector contra el aire, es ahí cuando debemos comenzar a preocuparnos del temor”...que el temor no se vuelva cobardía... O que se vuelva cobardía sabiendo que no es más fuerte que nosotros. Entonces seria necesario hacer una revisión a ver que tan humanos somos.
Que la sombra de una habitación no se transforme en sus paredes, si no que en el misterio y las ganas de conocer, o dejar en misterio lo que se esconde en ese rincón.
Que la noche te ayude a pensar, no a retroceder...o a retroceder si has concluido de un pensamiento que lo que pasa esta mal.
Pero no pienses demasiado, que las mareas de la mente a veces son turbulentas.
Que la expectación de algo que creemos sucederá, no se vuelva en el hecho anticipado de una batalla perdida de antemano.
Que el miedo a que te dañen no se transforme en la búsqueda de la cualidad perfecta en alguien, si no que simplemente una advertencia, saber que puede pasar como también puede que no…
Que las lagrimas no sean por sentirte poco preparado, si no que para dar el resultado de un hecho ya consumado. Si a veces fallamos, a veces no somos fuertes a pesar de creer estar preparados. Jamás se esta preparado, pero aprendemos de un fallo.
Jamás se está preparado, pero podemos vivir y saber que en la arena estamos estableciendo nuestros pasos.
Sé que estoy caminando con los ojos vendados, he seguido el sonido de la oscuridad, y he hablado el lenguaje del sabor de una ola del mar…no me siento un gigante, pero se que soy tan grande como para poder avanzar…
Que el coraje sea para saber hablar, no para con palabras comenzar a bombardear,
Que el miedo no se transforme en cobardía, si no que en la posibilidad de dar un nuevo paso, de andar.
Natalia Caro
No hay comentarios:
Publicar un comentario